lunes, 16 de marzo de 2009

Escrito #1

Desde aquel momento en el que decidí tomar ese camino empedrado que muchos emprenden, pero que tan solo pocos alcanzan a cruzar completamente como lo es el camino de la música, muchas dudas y cuestionamientos han surgido, la mayoría inculcados por parientes o personas allegadas las cuales centran su preocupación en un futuro inestable, lejos de las utópicas ideas de una vejez tranquila y sin preocupaciones gracias a la estabilidad que da trabajar toda una vida.
Pero eso obvio que esas no son tan solo sus preocupaciones, en mi caso fue algo que me hizo dudar y cuestionarme acerca mi futuro, y de la forma en que quería llevar mi vida, pero ninguna de estas razones fue suficiente argumento para desistir de la idea de hacer música, y hacer de esta mi proyecto de vida.

Siempre he sentido una conexión con la música, siento un goce inexplicable al escucharla que no siento con ninguna otra cosa, pero siempre como público. Ahora bien, yo como violinista e intérprete de la música considero que estoy en la responsabilidad de mantener viva la llama que hace de la música ese algo inefable que despierta en las personas cantidad innumerable de sensaciones.
Transmitir como interprete lo mismo que transmite una pintura o una escultura que no se vale de ningún otro instrumento para lograr un acercamiento con el público, en donde no existe intérprete y es el contacto directo con artista.
La música, a diferencia de las artes plásticas necesita de ese intermediario, esa persona que sirve como puente entre el artista y su público, ese interprete que hace que la música viva en el tiempo, y que convierta lo efímero de los sonidos en algo perdurable dentro de la experiencia estética del individuo. La responsabilidad del intérprete en transmitir una obra de arte, sin ser tan solo un ejecutante basándose en el trabajo mecánico como malabarismo, poniendo su técnica tan solo al servicio del virtuosismo para satisfacer sus vanidades. Un buen intérprete es aquel que hace arte con sus manos, y que es fiel a los valores puros del arte. Aquel que encuentra el equilibrio entre lo material y el espíritu, el arte y la razón.
Espero entonces encontrar el camino ideal hacia la obra de arte, ya sea en una gran orquesta sinfónica, conjunto de cámara u otra agrupación que me permita desenvolverme bajo los criterios artísticos que acabo de plantear, y llevar una vida plena con la satisfacción que me da el haber escogido tan fantástica carrera.

Reflexiones sobre "¿Existe música en el hombre?" de John Blacking

  • ¿Que diálogos propone la música?

La música en el contexto social propone un diálogo de participación colectiva sobre el cual se entiende el desarrollo completo de la actividad musical humana.

  • ¿Que disciplinas permiten al autor nuevas preguntas a la música?

La antropología ya que con ella logró estar en contacto con otras culturas, entender su estructura social y la función inherente de la música en estas culturas.La biología, ya que el autor busca fundamentos biológicos de la actividad musical, convencido de que la expresión música es una constante de la especie humana, existiendo elementos de comportamiento universal en la actividad musical.

  • ¿Por qué ve pertinente en la actualidad la reflexión del autor?

Es pertinente la teoría de Blacking ya que desde su intervención teórica, la musicología no ha disociado a la música de su contexto social como si se tratara de de un objeto o de una realidad independiente.También es pertinente la relación que plantea Blacking entre la etnomusicología y la musicología. Para él eran dos disciplinas complementarias, y en la actualidad la brecha entre estas se ha estado angostando.

  • ¿Qué inquietudes plantea el autor acerca de la relación música –sociedad?

Blacking plantea que todo individuo tiene la capacidad biológica de ser músico o intérprete en tanto que la sociedad haya hecho partícipe al individuo en su crecimiento. Hace una clara diferenciación: entre la cultura Africana Venda en la que todos, desde pequeños, hacen parte de los eventos musicales ligados a su estructura social, todos son parte fundamental de la música; y entre la música occidental Europea en la que los individuos son excluidos por ser “amusicales”, quizás producto del capitalismo.Finalmente expone Blacking que la música occidental no es superior debido a su complejidad, ya que no debe confundirse simplicidad con arcaísmo: “La función de la música es reforzar ciertas experiencias que han resultado significativas para la vida social, vinculando más estrechamente a la gente con ellas”.

lunes, 2 de marzo de 2009

Parcial

La música es algo que desde el inicio de nuestra historia ha estado ligada a la cultura, entendiendo a ésta como el conjunto de modos de vida, costumbres, conocimientos y desarrollos tanto científicos como artísticos de una sociedad.
La música como un lenguaje universal de la cultura, ha constituido desde el principio de la humanidad una de las manifestaciones mas importantes dentro del contexto cultural de cada civilización, pues es allí donde la música encuentra su verdadero significado.

Existen una gran variedad de estilos o manifestaciones musicales dentro de una misma cultura, que varían dependiendo de las situaciones o lugares en donde tiene lugar, ya que la música no es exclusiva de tan solo unos pocos grupos sociales. Es algo que va desde el campesino, pasando por obrero y hasta la aristocracia, en donde no existe diferencia entre la música culta, que se rige por sus estrictas leyes y reglas, y la música popular que surge de un modo espontáneo del alma de las gentes que la habitan, arraigándose en lo mas profundo del folklore.
Cada grupo social transmite y se expresa sus mensajes y emociones mediante la música, constituyéndola en algo más de su cotidianidad.